La Historia de Enso.

Es 2015, y como tantas historias de éxito, esta comienza con dos jóvenes en un dormitorio universitario. Pero no es cualquier universidad; es el Instituto Superior de Diseño en Cuba (ISDi), un pilar en el mundo del diseño en Centroamérica y el Caribe. Inspirados por la Bauhaus, una de las escuelas de diseño más influyentes de todos los tiempos, estos chicos lanzan Enso, una agencia de diseño gráfico.

La visión es clara, pero el contexto cubano presenta desafíos políticos y económicos que no pueden ser ignorados. Raubel, uno de los fundadores, toma una decisión trascendental: mudar la operación a México en 2017. Sí, el inicio es duro, pero si algo es cierto es que sólo los que se adaptan prevalecen. La adaptación viene en forma de un giro hacia el marketing digital, atendiendo a una demanda palpable tanto en México como en el mundo. Es un cambio certero que inicia un nuevo capítulo para Enso.

Y como en toda buena historia, los desafíos no cesan. De ser dos jóvenes apasionados, la familia Enso crece. Primero es un empleado, luego cinco, luego diez, y la cuenta sigue. Pero cada reto, cada obstáculo, no es más que una oportunidad para fortalecerse. Al igual que la pandemia en 2020 se convirtió en una prueba de fuego, los desafíos actuales y futuros son simplemente escalones hacia una versión mejorada de Enso.

Ah, casi lo olvido. ¿Quién soy yo para contarles esta historia? Bueno, eso lo sabrán más adelante. Pero les puedo asegurar que en Enso estamos más que preparado para cualquier desafío que se presente. Y estamos emocionados por lo que vendrá.